En esta última década son muchas las películas que se han acercado a temas LGBT y para suerte de ellas, la gran mayoría siendo bien acogidas. Carmen y Lola, dirigida por la directora Arantxa Echevarría ya ha dado mucho de qué hablar. Dos adolescentes gitanas luchan por defender sus sentimientos y su verdadera identidad frente a las rígidas estructuras patriarcales de su comuna.
Una historia de amor poco convencional que no ha sentado muy bien entre el colectivo de la comunidad gitana, que no ha dudado en lanzar duras críticas. Un filme lleno de sensibilidad, desgarro y fraternidad, que cuenta con un argumento sencillo, pero muy profundo.
Carmen es una adolescente gitana que vive en el extrarradio de Madrid. Como cualquier otra gitana, está destinada a vivir una vida que se repite generación tras generación: casarse y criar a tantos niños como sea posible. Pero un día conoce a Lola, una gitana poco común que sueña con ir a la universidad, dibuja graffitis de pájaros y es diferente. Carmen desarrolla rápidamente una complicidad con Lola y descubre un mundo que, inevitablemente, las lleva a ser rechazadas por sus familias.
La directora ha sabido retratar con respeto y veracidad un mundo tan próximo como desconocido que está tan ensombrecido y rechazado a partes iguales por los perjuicios para los gitanos. Sin duda, es recomendable ver a Carmen y Lola.
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Thalía Lee Moreno. Estudiante del doble grado de Periodismo y Comunicación Audiovisual.
La Voz de la UFPC 