Soy famoso por decir que NO

Luis Boissier Mateo, estudiante de doble grado en Comunicación Audiovisual y Periodismo.

Que la gente sea más feliz, poder quitarle los complejos que tienen de toda su vida, son algunos de los aspectos que el Doctor en Cirugía plástica, Antonio García, por los que lucha cada día en su Clínica Centro Salud Estética ubicada en Santa Cruz de Tenerife. Pionero en montar un centro de salud de estética como éste en la isla de Tenerife y con una amplia carrera en el sector, apuesta por la felicidad mejorando la autoestima de las personas.

García, nos recibe en el salón de su casa el día que su padre y gran apoyo celebra su cumpleaños. Con una gran sonrisa y en un tono muy amable nos habla de sus comienzos…

P: A los 11 años tras ver un programa de televisión americano decides ser cirujano plástico. ¿Cómo lo tenías tan claro con esa edad?

R: Quería cambiarle la vida a la gente, me gusta que la gente sea feliz, y desde pequeño sentía que tenía que ayudar a los demás. Vi un programa de cirugía de quemados, aquellas personas me parecieron dioses, ¡me fascinó, aquello era como ir a la Luna!

P: Eres pionero en Tenerife en cirugía estética. Has sido el primero en montar una clínica. ¿Cómo fue ese arranque?

R: Estuve 7 años trabajando en urgencias mientras estudiaba para el MIR, aprobaba todos los años menos el primero con nota pero no la suficiente. Tenía dislexia y en los momentos de estrés me dificultaba la comprensión. Entonces lo que hice fue pactar con el Hospital Universitario, la decisión que considero, ha sido la mejor que he tomado en mi vida.

P: Le das tu teléfono privado a los pacientes, ¿sigue habiendo trato con ellos después de las intervenciones?

R: Absolutamente a todos mis pacientes le doy mi teléfono privado para que me llamen las 24 horas del día. El vínculo que se crea con el paciente y esa admiración perdura por siempre y es normal que en Navidad reciba mensajes de antiguos pacientes felicitándotelas. Además, estos te traen más pacientes a los que acompañan para saludarte y darte un abrazo.

P: ¿Puede contarnos cómo se trata el cáncer de mama o algún caso en concreto que fuera especial?

R: Absolutamente todos los casos de cáncer que trato me llegan al corazón, es imposible separar las emociones del trabajo con las emociones de tu vida. Todos los pacientes son un mundo. Eso sí, le tienes que explicar a las pacientes que no van a volver a su estado original, no es una varita mágica, se van a quedar cicatrices. Pero si se lo explicas y lo entienden siempre se van a quedar contentas.

P: ¿Se ha encontrado con algún caso que no operaría o todo es operable?

R: Yo soy famoso por decir que no, hay personas que tienen un deseo que no concuerda con la realidad. Hace poco me vino un paciente que quería la nariz de Ronaldo, a esos le tienes que decir que no. Hay que ser honestos y explicarles que no les puedes operar a la perfección.

P: En tu carrera hay bastante intrusismo… ¿Qué opinas?

El 70% de mi cirugía es reconstructiva secundaria, esto significa que alguien ha actuado de forma ilegal con malos resultados. Mi opinión es que es una falta de honestidad, lealtad, principios y ética. Toda la vida he estado luchando para evitar el intrusismo en todo el campo de la cirugía plástica.

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