Redactor: Iván Morales. Estudiante de Periodismo y Comunicación Audiovisual.
Los agentes que trabajaban en ella se libran de sus horas de trabajo y reciben 5 euros por menú.

Como informa The Objective, la cocina descubierta llevaba escondida y en uso tres décadas, y según se ha analizado en las imágenes aportadas no podría pasar la inspección de sanidad. Este negocio, al margen de la ley, era llevado a cabo por siete agentes, que lejos de cumplir sus cometidos como antidisturbios cocinaban para sus compañeros, acción por la que cobraban 5 euros el menú.
La cocina lleva allí desde finales de los años 80, década desde la cual siempre ha sido un puesto muy demandado, por los beneficios que proporciona a los agentes. Según señalan las fuentes consultadas, en otras instituciones similares, estos espacios fueron eliminados o rehabilitados para que salieran a concurso público, creando cafeterías o restaurantes.
La Dirección General de la Policía no paga nada por ejercer ese tipo de actividad de hostelería y no presenta las cualidades para pasar ninguna inspección de sanidad. La falta de higiene en la freidora, la cafetera y en los propios trabajadores, a los cuales se les ha también captado cocinando un pollo a fuego vivo. Se observan también humedades, paredes descorchadas e incluso insectos en los fregados. Debido a ser un sótano, el servicio de limpieza no tiene cometido en esta zona, lo que hace que se encuentre en tal paupérrimo estado.
Fuente: The Objective
La persona encargada de gestionar este negocio es directamente la jefatura de antidisturbios, que cada día recibe la recaudación utilizada luego para comprar más alimentos. Sin embargo, recientemente, un «agujero” de 3.000 euros ha provocado que los empleados de la cocina sean despedidos y acusados de robar.
La Dirección General de la Policía ha abierto una información reservada, paso previo a ser investigados, por estos hechos, lo que podría propiciar que fueran sancionados debido a sus acciones.
Fuentes de la Policía Nacional han confirmado a The Objective la existencia de este comercio, pero según su relato, estas instalaciones serían únicamente utilizadas para cuando se presentaran en Madrid agentes de otras localidades, que luego comieran en el comedor.
Fuente: The Objective