Redactor: Pablo Suárez. Estudiante de Periodismo.

Ebbaba Hameida es un periodista hispano argelina de 30 años (1992) , nació en un campo de refugiados en la provincia de Tinduf, a temprana edad tuvo que marcharse a Italia con una familia de acogida ya que era celíaca y esa enfermedad era difícil de llevar en un campo de refugiados para, posteriormente y tras una breve vuelta a Argelia, viene a España donde, por fin, se asienta. Se decide a estudiar periodismo porque de pequeña la única conexión que tenía con el exterior era la radio que tenían en el campo y escuchaba día y noche. Estudió periodismo en la Universidad Complutense y, tras hacer un master en RTVE, empezó a trabajar para ellos.
Para Hameida sus raíces e historia siempre la tuvieron muy apegada a las crisis migratorias y los problemas y desgracias que estas generan, especialmente la del pueblo saharaui y, desde muy pronto empezó a cubrir las crisis migratorias para RTVE en su
apartado digital, haciéndolo de manera brillante, acercando estas realidades a las nuevas generaciones mediante medios no tan convencionales como la televisión o la radio, pero difundiendo estos dramas y, sobretodo, contando historias.
Ha cubierto la guerra de Ucrania, siendo este el primer conflicto bélico en el que ha trabajado sobre el terreno, aquí ha conseguido contar historias de primera mano y, cuenta como el hecho de ser mujer es un peligro extra en estas situaciones, poniendo ejemplo como el día que estaban en un coche y se tenía que sentar delante para cuando hubiese controles ella sonriese a los soldados y les dejasen pasar, siendo esto uno de los muchos ejemplo de la cosificación del cuerpo de la mujer y del machismo profundo que hay en la sociedad y, más si cabe, en la guerra. Comentó también que el ser mujer también da “privilegios”a la hora de tratar con víctimas de su mismo genero ya que estas se sienten en mayor confianza con mujeres y les confían informaciones que a hombres no. Para esto último puso el ejemplo de cuando estuvo en un hospital en un campo de refugiados y alguna mujer allí ingresada le confesó cosas que jamás le hubiese confesado a un hombre, porque están más cómodas hablándolas con mujeres y porque su propia cultura les imposibilita la posibilidad de confiar en hombres ya que en estas situaciones son hombres los que suelen agredir o abusar de las mujeres, así es complicado que un hombre periodista se gane su confianza por muy bueno que sea.
Por último, para Hameida es imprescindible el trabajo con honorabilidad, honestidad y responder siempre a las “5W” del periodismo, trabajar con personas, contar sus historias, su realidad y sus vidas de manera respetuosa y sin caer en amarillismos porque no hay que olvidar que son personas y, que el día que se vayan porque deje de ser noticia, ellos seguirán viviendo ahí. Por último hace hincapié en la importancia de tener fuentes locales.