Redactor: Iván Icígar. Estudiante de Periodismo y Comunicación Audiovisual.
España cae ante Marruecos en los octavos de final del Mundial de Qatar y queda fuera de la competición con una imagen muy pobre.

Después de la contundente victoria por 7-0 frente a Costa Rica, la ilusión por La Roja en la presente cita mundialista se elevó exponencialmente. En el siguiente encuentro la selección jugó un partido muy competido frente a la Alemania de Hansi Flick. En el partido final de la fase de grupos contra Japón se vieron la gran mayoría de costuras de España, llegando incluso a estar fuera del torneo durante 3 minutos, clasificados como segundos de grupo. Este partido generó muchas dudas respecto a Luis Enrique y sus jugadores, era un toque de atención muy serio. Con la derrota España evitaba el supuesto cuadro más complicado a la vez que en vez de a Croacia se iban a medir a Marruecos.
El juego de España contra los marroquíes fue gris, sin profundidad ni sangre. El único jugador que metía la pierna, presionaba y se partía la cara por el equipo fue Gavi, sustituido inexplicablemente por Luis Enrique en el minuto 63. La sorpresa del XI fue la inclusión de Marcos Llorente, superado constantemente por Boufal a la vez que todo el juego del equipo entrenado por Walid Regragui se dirigía hacia la banda del lateral diestro español. Busquets y Pedri jugaron su peor partido en toda la competición, además que estuvieron presentes en los 120 minutos de la eliminatoria. Ferran Torres fallón en todos los aspectos posibles del juego, Dani Olmo invisible y Asensio no termina de adaptarse a la posición de 9. La pareja de centrales fue la más consistente de la Selección. Poco mejoró con los cambios, el único que aportó fue Nico Williams que con desequilibrio rompía la defensa de Marruecos en cada acción, le faltó algo de precisión.
Después de unos 90 minutos con poco fútbol, el partido se fue a la prórroga. El tiempo reglamentario siguió en la misma línea que el resto del encuentro, posesión estéril de España mientras los jugadores africanos esperaban un contraataque para matar el partido. Marruecos tuvo algunas ocasiones de peligro pero la mayoría en fuera de juego. En el minuto 118, con una tanda de penaltis inevitable, Luis Enrique dio entrada a Pablo Sarabia sacando del campo a Nico Williams. Aviso para navegantes: hacer un cambio pensando en los penaltis nunca sale bien, el karma del fútbol.
Es la hora de los penaltis, el peor momento del balompié si eres aficionado de uno de los equipos y el mejor si eres aficionado promedio. En la rueda de prensa antes del partido el seleccionador asturiano mencionó que los penaltis no son una lotería, se trabajan. Además de mencionar en repetidas ocasiones en su Twitch que tras la Eurocopa le pidió a sus jugadores que tiraran más de 1000 penaltis antes del Mundial. España demostró que no estaba preparada para la situación, los tres tirados fallados y sólo uno parado por Unai Simón. Hincapié en que Soler era el especialista y que Sarabia entró simplemente por la tanda (no había fallado ninguno en su carrera). Marruecos derrotó a La Roja por 3-0 en la tanda de penaltis y avanzó a los cuartos de final donde se medirá a Portugal.
Es importante sacar dos datos a la palestra: después de ganar el Mundial de Sudáfrica en 2010, España sólo ha ganado 3 partidos mundialistas (Australia 2014, Irán 2018 y Costa Rica 2022). Y la Selección Española ha caído en tres torneos consecutivos por tanda de penaltis (contra Rusia en 2018, Italia en 2021 y Marruecos en 2022). Da mucho de qué pensar, se podría decir que el fútbol es injusto pero en esta ocasión no lo compro. De estos tres partidos el único en que España hizo méritos para pasar fue en la Eurocopa contra Italia. No obstante en estos últimos mundiales los partidos son un calco, más de 1000 pases sin profundidad ni verticalidad; con falta de ambición y valentía.
La etapa de Luis Enrique como seleccionador es buena, ha revitalizado el estilo de juego añadiendo matices que lograron que España vuelva a competir como antaño. Sin embargo, caer de nuevo tan pronto y contra un equipo inferior es muy duro, y sí, un fracaso. Es complicado que siga en el cargo sin tener contrato. Mucha parte de la afición y la prensa está en contra; y no son muchos los argumentos futbolísticos para su renovación tras el descalabro mundialista. Los medios sitúan a Marcelino García Toral y Roberto Martínez como los principales candidatos a sustituir a Lucho. Igual son lo que España necesita, o no, quien sabe. Lo que sí es casi seguro es que La Roja necesita un cambio real en el estilo de juego.