Redactor: Iván Morales. Estudiante de Periodismo y Comunicación Audiovisual.
El atacante ha sido identificado como Phillip F., antiguo testigo de la congregación.

Pasadas las nueve de la noche del pasado jueves 9 de marzo, el atacante, ahora identificado como un antiguo miembro de la congregación de 35 años de edad, disparó contra múltiples personas reunidas dentro de un templo de los Testigos de Jehová.
Varios testigos que escucharon los disparos decidieron grabar con el móvil el incidente, aún sin ser del todo conscientes de lo que estaban presenciando.
Uno de los testigos declaró que cuando empezó a grabar no veía bien a qué apuntaba, y que cuando pudo hacer zoom descubrió a un hombre disparando. Entonces, este hombre entró al templo y oyó alrededor de 25 disparos más.
Las llamadas a la policía hicieron que un grupo especial de la policía y múltiples ambulancias acudieran rápidamente al lugar. Ante la amenaza de las fuerzas especiales, el tirador se suicidó.
Pese a que se desconocen sus motivos, el agresor había sido recientemente denunciado, por alguien que se ha mantenido en el anonimato. Dicha denuncia, argumentaba que Phillip sufría de problemas mentales y que, tras discusiones con su antiguo jefe, había desarrollado odio hacia las personas religiosas.
Entre sus víctimas quedan 7 muertos de entre 32 y 66 años, y un feto de 7 meses. De los 8 heridos, 4 están graves se teme por su vida.
El canciller alemán, Olaf Scholz, ha declarado que sus pensamientos “están con las víctimas y sus familias” y ha clasificado el ataque de “acto de violencia brutal”.
La policía alemana por su parte ha declarado que descartan que se trate de un ataque terrorista y dicen seguir investigando los posibles motivos del mismo.