Los alumnos de la Universidad Fernando Pessoa finalizan el primer semestre del curso.
Última semana de enero, y vemos la luz. Por fin, hemos llegado a la recta final de los exámenes del primer semestre. Ya podemos descansar un poco. Han sido semanas de intenso estudio y mucho agobio. Un mes complicado para cualquier estudiante. Trabajos y pruebas con un claro objetivo: sacar la mejor calificación posible.
Es agotador y estresante cada fin de semestre. Pero a su vez muy gratificante. Conocer las calificaciones, cuando tenemos en nuestras manos una buena nota, fruto de nuestro esfuerzo final y trabajo constante a lo largo del curso académico es uno de los mejores regalos de la vida. Una vez finalizado el semestre sientes que ese esfuerzo final ha valido la pena. Esas horas en la biblioteca o en tu casa encerrado estudiando, por muy duro que parezca, es muy satisfactorio cuando alcanzas tus objetivos.
Final del semestre. Alegría y nostalgia. Has aprobado, y estás feliz. Pero a su vez sientes que dejas atrás esas asignaturas que tanto te han enseñado. Comenzamos nuevo semestre, nuevas asignaturas, nuevos docentes, como si de un curso diferente se tratase. Los estudiantes nos marcados unos objetivos cuando empezamos el curso: llevar al día las asignaturas, pero con los días nos vamos acomodando y más de una vez dejamos para el final este objetivo con el que comenzamos.
Acaba el semestre y me doy cuenta todo lo que he aprendido. Me he preparado un poquito más para mi futuro profesional. En el que es fundamental trabajar en equipo, en ocasiones con personas que no son afín a nosotros, el estrés diario, ser rápido y eficaz. Sin duda, una gran experiencia. Nos preparamos ya para que arranque el segundo semestre.
Andrés Cuyás Frey. Estudiante Doble Grado Periodismo y Comunicación Audiovisual.
La Voz de la UFPC 